La investigación legal puede ser un proceso complicado. Aunque hay mucha información legal gratuita en Internet, es posible que la información no sea lo suficientemente precisa o detallada para responder a todas sus preguntas. Si se toma en serio el manejo de sus propios problemas legales, es una buena idea ir a una biblioteca de derecho y buscar el asesoramiento de investigación de un bibliotecario de derecho. A continuación encontrará información y consejos para aprovechar al máximo su relación con estos profesionales.
Los bibliotecarios no son abogados. Los bibliotecarios pueden ayudarlo a localizar recursos legales y guiarlo en el uso de esos recursos. Es posible que no le den asesoramiento legal. La línea puede ser borrosa. En general, el asesoramiento legal incluye analizar los hechos de su situación, dar opiniones sobre lo que significa un estatuto, investigar casos, identificar estatutos específicos que se aplican en una situación legal específica o brindar asistencia para completar formularios judiciales y otros formularios legales.
Aunque es frustrante escuchar, "Lo siento, no puedo decirle lo que significa esa palabra. Tendrá que buscarla", tenga en cuenta que un bibliotecario que le brinde asesoramiento legal es no te hace ningún favor. Es muy probable que el bibliotecario no sepa la respuesta a su pregunta. También puede haber muchas opciones potenciales, y el bibliotecario no está equipado para determinar la mejor opción para usted.
Los bibliotecarios pueden ayudarle a encontrar libros y bases de datos sobre su tema y explicarle cómo usar esos materiales. Por lo general, pueden indicarle el área general de los estatutos que pueden aplicarse, pero debe leer e interpretar esta información por su cuenta. Por ejemplo, si desea obtener información sobre la ley sobre discriminación en el lugar de trabajo, el bibliotecario puede darle los títulos de algunos textos legales sobre discriminación en el lugar de trabajo, señalarle las secciones del código estatal donde las leyes laborales generalmente se tratan y mostrarle cómo use una enciclopedia legal para buscar casos.
El bibliotecario no puede ayudarlo a escribir una queja para presentarla en el juzgado y no le dirá qué casos debe leer. Deberá leer los libros usted mismo y tomar sus propias decisiones.
Responda las preguntas del bibliotecario, pero evite dar demasiados detalles personales. Los bibliotecarios no podrán decirle dónde comenzar su investigación si no les dice al menos un poco sobre su problema legal. Por otro lado, probablemente sea mejor no dar demasiada información de identificación personal. Por ejemplo, si su problema legal es que está siendo acosado sexualmente en el trabajo, no es necesario que le diga al bibliotecario el nombre de su empleador o del acosador.
Los bibliotecarios sirven a muchas personas. Muchas bibliotecas jurídicas que están abiertas al público forman parte de una institución más grande, como una universidad o un tribunal. La misión principal de estas bibliotecas jurídicas es servir a esas instituciones. Los bibliotecarios están encantados de ayudar a todos los clientes, pero tenga en cuenta que tienen una gran población a la que atender. Es posible que necesiten dividir su tiempo entre varias personas al mismo tiempo.
Esté preparado para escuchar y tomar notas. Las herramientas de investigación legal a menudo son complicadas de usar. La instrucción puede llevar mucho tiempo. Sea paciente y escuche las instrucciones del bibliotecario para que pueda usar las herramientas de manera efectiva. Puede ser una buena idea tomar notas sobre las instrucciones del bibliotecario.